Estreno nacional

El manto de hiel, el film rodado en San Juan, estrena en las salas de cine del país

La película de Gustavo Corrado, que contó con la asistencia de producción de Carlos Cerimedo, se estrenará a nivel nacional este jueves. La cinta fue rodada en una mina de Caucete, entre otras locaciones.
martes, 23 de septiembre de 2014 00:00
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El cineasta Gustavo Corrado estrenará el jueves "El manto de hiel", un proyecto que vino desarrollando desde hace 18 años y en el que intenta establecer "un paralelo con la historia reciente y el inconsciente colectivo argentino", a través de la historia de un desconocido que llega a un lugar desértico y hostil donde afloran huesos que revelan crímenes cometidos allí.

Director de "El armario" y "Garúa", entre otros filmes, Corrado comenzó a pensar en esta película en 1995, mientras estudiaba en la Universidad del Cine de Buenos Aires, y hasta había hecho un casting y elegido locaciones en San Juan, donde "buscaba un paisaje árido, seco y austero que ayudara a graficar el carácter parco de los personajes".

"De ese espacio desértico me interesaban el clima, los trenes que no llegan a ninguna parte, un aire sospechoso y el tema de los temblores frecuentes", recordó Corrado, quien estrenó "El manto de hiel" en Pantalla Pinamar, ahora compitió con el filme en el Festival Unasur y próximamente lo hará en el Festival de Trieste y en otras muestras italianas.

La idea de Corrado era que "la naturaleza fuera muy protagonista en la historia. Hay una búsqueda constante entre la naturaleza y los personajes, confinados hace muchos años para tratar de tapar una gran matanza que hubo en ese lugar. Los temblores hacen emerger cadáveres y huesos que nunca terminan de quedar ocultos porque la naturaleza los hace emerger permanentemente", consignó.

En una entrevista con Télam, el cineasta sostuvo que con esos huesos que hablan de crímenes que no se pueden tapar "intentaba establecer un paralelo con la historia reciente y el inconsciente colectivo argentino. No se pueden esconder los crímenes ni la gran culpa. Todas mis películas tienen que ver con la culpa y la búsqueda de redención".

Protagonizada por William Prociuk, Margarita Molfino, Daniel Dibiase, Alberto Suárez y Eduardo Iácono, entre otros, "El manto de hiel" sigue los pasos de un hombre de ciudad, con un pasado oscuro, que accidentalmente llega a un pueblo perdido en el desierto, donde encuentra a una mujer que vive allí con su pequeña hija y a un grupo de hombres misteriosos que guardan oscuros secretos.

"Que olvide toda esperanza aquel que entra a este lugar", es una frase de "El Infierno", de Dante Alighieri, que Corrado incluyó en el comienzo del filme para dar la sensación de "un espacio del cual no hay salida. Es la idea de que el que entra en ese lugar inhóspito y desértico donde llega el protagonista no puede salir, o no puede salir vivo".

Según indicó el cineasta, "el jefe de la banda estaría pagando una culpa pasada y esos huesos que afloran permanentemente de lo profundo de la tierra serían como una evidencia de sus propios crímenes. En ese sentido, busqué cierta ambigüedad en la narración para darle un papel más activo al espectador para que construya la historia a su manera".

"Como en 'Garúa', esta película también aborda el tema de un hombre que viene a ocupar el lugar vacío dejado por otro. Ocupar ese espacio –abundó- es también una forma de redimirse para el protagonista", agregó el realizador, que eligió narrar esta historia con un estilo "que mezcla el realismo y lo fantástico. Algo cercano al realismo mágico latinoamericano".

"Lo fantástico estaba en la raíz de la historia. La inspiración estaba en algo misterioso y oscuro que los temblores hacen surgir de abajo de la tierra", señaló el cineasta, que filmó en una mina de oro abandonada en el municipio de Caucete, a varios kilómetros de la ciudad de San Juan, "un desierto lleno de insectos, víboras, tormentas por la noche y calores insoportables durante el día".

"Pensé también en el género western, quería que aparecieran armar y disparos, pero fundamentalmente la llegada de un extraño que llega a un pueblo amenazante y despierta pasiones con la chica que vive allí. Una situación típica del western", agregó.

En relación a las actuaciones y al tono que decidió imprimirles, Corrado señaló que "elegí un tono de actuación que va del naturalismo al gesto exacerbado o 'actuado'. Me servía esa manera ampulosa de gesticulación. Era el tono adecuado para la película porque todo ese lugar y la historia daban la sensación de una gran puesta en escena".

Fuente: Télam

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